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miércoles, 1 de septiembre de 2021

Etapa 23: Trapani - Carloforte. Ice Age (2002)




Como siempre en los viajes de retomo desde Cerdeña, nos planteamos recalar en Carloforte para el salto a las Baleares. Carloforte es una ciudad bonita y animada, en la isla de Santo Antioco, al SW de Cerdeña. Uno de nuestros puertos favoritos, amplio y bien cuidado, metido dentro de la ciudad (a diferencia de la mayoría de los puertos, casi siempre en zonas portuarias o industriales, cutres y alejadas del centro). 

Y además este año comprobaremos que se han solucionado las dos únicas carencias que siempre echamos de menos: el hielo y el gasoil. 

Para llegar hasta Carloforte nos planteamos inicialmente una parada intermedia cerca del cabo de Teulada, el más meridional de Cerdeña. La travesía nos llevará probablemente dos días y dos noches.

La previsión no es mala, el primer día tendremos vientos del NE que esperamos nos permitirán velear a velocidad máxima. Más adelante, el viento podría aumentar y rolar al este. Eso puede ser un problema, porque ir con el viento de popa cerrada no es nada cómodo.

De momento, en la salida de Trapani, se confirma el pronóstico. El viento es más o menos el esperado. Pero en el cielo se pueden apreciar otra vez síntomas de inestabilidad, sobre todo el segundo día, ya cerca de Cerdeña. Mal presagio, está acabando nuestra ventana de paz y vuelven las nubes y los vientos duros.

No hay mucho que reseñar de la travesía. Pocos barcos, un par de veleros en nuestro rumbo y velocidad. Vista la evolución de la meteo decidimos acortar la etapa y recalar en Villasimius en lugar  de Teulada. De esta forma eliminamos la segunda noche, a cambio de dar un rodeo de unas 15 millas y de añadir un día más de travesía. Nos lo podemos permitir.




Y menos mal, porque a media tarde llegamos a Villasimius con una tormenta en preparación, y ya con una ventolera que nos complica incluso las maniobras de arriar velas y fondear.

Llegando a Villasimius


Por la noche, una gran tormenta de agua y rayos que cae durante toda la noche. Qué distinta la intranquilidad y el temor que provoca una tormenta en el mar, navegando lejos de la costa, a cuando la tormenta te pilla en un lugar resguardado y te fías del fondeo. Te arrebujas bajo la sábana y duermes como un bebé, aunque oigas fuera las rachas de viento, el repicar de la lluvia en la cubierta y los flashes de los relámpagos. Home, sweet home.

                      Atardecer en Spiaggia dei Riso, Villasimius




Salimos del Villasimius un poco tarde. Hay una regata de barcos espectaculares que tenemos que sortear, procurando no estorbar. Navegamos dos días más hasta Carloforte. El primero atravesando el golfo de Cagliari hasta el cabo Malfatano, con cielo plomizo, mar color tinta china y viento fuerte del este.El segundo, treinta millas contra un norte incómodo hasta Carloforte.

Cabo Teulada



Carloforte nos recibe luminosa como siempre. Este año hemos reservado en Marina Sifredi, la más grande y concurrida del puerto. Es la que nos ofrece mejores precios. Y, para nuestra sorpresa, una calidad de servicio extraordinaria: instalaciones recién estrenadas, personal competente y muy eficaz. 

En Carloforte en 2021 hay hielo. Otros años lo hemos buscado por todas partes y lo más que llegamos a conseguir fueron botellas de agua congelada. Esta vez nos encontramos con un flamante arcón congelador lleno de bolsas de hielo en el supermercado de enfrente.

Marina Sifredi también nos sorprende con un gracioso y gratuito "servicio de carrito con bidón y con bomba" que nos permite repostar gasoil de la gasolinera (terrestre) contigua a la marina: el único surtidor del puerto no tiene calado para veleros (!).

Marina Sifredi, Carloforte

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