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martes, 15 de agosto de 2023

Mapa interactivo de nuestra travesía - Grecia 2023

Aquí puedes ver nuestra ruta completa de este 2023.

Si navegas por el mapa puedes bajar al nivel de detalle que quieras. Y, mejor aún, si pinchas en el icono de maximizar te abrirá una ventana Google Maps, si estás en el ordenador, o la app Google Maps si estás en el móvil. Y ahí podrás ver más detalles y manejarte mucho mejor. 

Cuando se trata de islas, el nombre es el de la isla y, entre paréntesis, el lugar. Si no hay paréntesis es porque la isla y la ciudad se llaman igual. 

Las rutas son autoexplicativas. Los iconos en los puntos de inicio y final de cada ruta también son fáciles de deducir: un barco indica que hemos estado en un puerto, un ancla significa que hemos fondeado. 







domingo, 13 de agosto de 2023

Mallorca. Fin de trayecto

Última etapa hacia Cartagena. Estamos en Mallorca, a mediados de agosto y tenemos prisa, quizá demasiada. El mar, más que plano, se nos hace cuesta abajo, como a los ciclistas que coronan el último puerto y enfilan la bajada hacia la meta a toda velocidad, jugándosela en cada curva, sin tiempo para charletas de pelotón.

El plan inicial era parar en Baleares unos días. Sestear en Menorca, Mallorca y Formentera. Coincidir con nuestros amigos que pasan el verano por la zona. Disfrutar de una navegación tranquila después de cinco meses con un rumbo. Pero esos eran planes de primavera, cuando las madrugadas son frescas, y todavía no ha llegado este verano tórrido del 2023. No habíamos contado con que al Sargantana y al Yacht Port de Cartagena también les aplica la ley de la gravitación universal. Y es que la fuerza de atracción entre ellos es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. 

Después de dos días en Mallorca, cruzamos a vela hacia Formentera. El viento cumple los pronósticos y nos permite ceñir con rapidez hasta los Freus.

Salimos del fondeo de Santa Ponsa a las 7 de la mañana del día 13

Atardece frente a Ibiza

Al caer la noche estamos ya en Formentera, rumbo suroeste y a toda velocidad, esquivando como podemos el maremagnum de embarcaciones que nos rodea. Es la primera vez que tenemos que hacer señales con luces a barcos que NO tienen la preferencia y que vienen a toda leche en rumbo de colisión. Qué maravilla es navegar en agosto...

Renunciamos a fondear en Cala Saona, que se nos aparece por babor como un gran bosque de luces de fondeo en plena noche. Es tentadora. Aunque seguramente podríamos encontrar un hueco, apostamos por seguir navegando para aprovechar el viento que nos empuja. No hay suerte, a las pocas horas el viento cae y rola al este. No queda más remedio que seguir a motor lo que queda de travesía.

La etapa se hace larga, más de doscientas millas. Recorremos la costa entre los cabos de La Nao y Palos, pero muy lejos de tierra. Poco tráfico de cargueros. Seguimos teniendo problemas eléctricos intermitentes. Un tanto incómodos pero a estas alturas de viaje preferimos obviarlos hasta llegar a Cartagena. Probablemente será algún mal contacto que, de vez en cuando, provoca una bajada de tensión en el circuito de Servicios que nos desconecta el plotter y el piloto automático.

El atardecer del segundo día, frente a Torrevieja

Llegamos a Cartagena a las cuatro de la mañana después de cuarenta y cinco horas de travesía. Iba a decir "sin novedad", pero no es el caso. El último incidente aparece cuando iniciamos la maniobra de atraque en el Yacht Port. Al tratar de dar atrás, el barco vibra y apenas se mueve. Lo que faltaba. Menos mal que el viento es nulo a esas horas y con un poco de paciencia conseguimos amarrar sólo con la marcha adelante. 

Buceo por la mañana y descubro que la hélice tiene enganchada una especie de red de color azul claro que al final consigo soltar. Lo sorprendente es que el barco pudiera ir con normalidad marcha adelante, con esa piltrafa enredada a saber desde cuándo.

La culpable...

Fin de trayecto. Hemos llegado a casa el 14 de agosto, dos semanas antes de lo previsto. Dos mil cuatrocientas millas náuticas, algo menos de la estimación inicial. Ha sido una gran travesía, casi cinco meses desde que salimos de Cartagena camino de Atenas, recién estrenada la primavera. Ahora toca volver a casa y habituarnos a las rutinas terrícolas, al aire acondicionado, a nuestro entorno.

Este año, a diferencia del pasado, tendremos el Sargantana cerca y viviremos un invierno de reparaciones y mejoras. Hay que instalar un congelador, más placas solares, mejorar la instalación eléctrica y la fontanería a bordo. Y empezaremos la cuenta atrás para volver a zarpar hacia Grecia el próximo abril. Tan lejos pero tan cerca.




martes, 8 de agosto de 2023

Es Trenc. Servicio a domicilio.

La travesía desde Carloforte a Mallorca se hace larga. Son 250 millas de ir hacia el oeste en linea recta, rumbo 270º. Seguimos sin tener demasiada suerte con el viento. Después de cinco días esperando en Marina Sifredi, la borrasca Patricia por fin nos da un respiro. Eso sí, dejando como regalo de despedida una encalmada y un mar de fondo de dos metros que, afortunadamente, remite a algo más manejable durante el primer día de travesía.

El 8 de agosto al amanecer, diez días después de haber llegado a Sicilia, dejamos Marina Sifredi rumbo a Baleares

Del cruce, poco que reseñar. Al menos poco bueno. Mucho motor, casi todo el tiempo excepto unas pocas horas al principio de la travesía (los últimos coletazos de Patricia) y casi al final, ya con la costa de Mallorca a la vista. Fuerte corriente en contra, lo que, añadido a que nuestro casco y hélice no están demasiado limpios de caracolillo a estas alturas de temporada, nos hace avanzar trabajosamente, como si el agua fuese viscosa.

A eso sumamos los problemas mecánicos, propios y ajenos. Tenemos problemas eléctricos a bordo. Las bombas de evacuación de los baños provocan a veces un reinicio de la instrumentación y del piloto automático. Muy incómodo cuando tienes que ir al baño en una guardia nocturna en solitario y el barco pierde el rumbo y queda sin control hasta que subes a reconfigurarlo.

Nuestros amigos del Bungalow, un Moody con base en la Manga, vecinos en el pantalán de Carloforte los últimos días y que han salido doce horas antes que nosotros, nos mandan un mensaje por el teléfono satélite para decirnos que han roto una correa del motor y que siguen (como pueden), a vela.

Un problema grave en una etapa tan larga. Nos llevan mucha ventaja, pero si se quedan parados en la encalmada quizá podamos encontrarles y echarles una mano. Llevamos repuestos para el motor, incluida una correa que, con suerte, les podría encajar. Horas más tarde nos mandan otro mensaje y nos dicen que han conseguido apañar un arreglo para el motor y que creen que pueden llegar a Cartagena. Quedo con Fernando, su patrón, para tomar algo cuando estemos ya en casa y que nos cuenten su aventura.

Llegada a Mallorca tras dos días y siete horas de travesía. Faro del Cap de Salinas

Fondeo en Es Trenc

Nos encontramos con Manel y Cris, que nos esperan fondeados en Es Trenc. Hace mucho tiempo que no nos vemos y es un placer poder volver a compartir cena en Colonia San Jordi. Tras dos noches en Es Trenc, seguimos ruta con ellos camino de Santa Ponsa, nuestro último fondeo de esta travesía.

Cap de Cala Figuera, ya cruzada la bahía de Palma hacia el oeste
Llegando a la bahía de Santa Ponsa

Cena en el restaurante Cartas Mercader del Mar, en Santa Ponsa, con Cris y Manel