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miércoles, 9 de octubre de 2024

Episodio 32. Evia. On our way back (Volviendo)

Dejamos Tinos y continuamos el camino de vuelta al varadero, en dirección noroeste, casi en línea recta.

Etapas Tinos a Batsi, al fondeo frente a Marmari, a Boufalo y a Aliveri, del 9 al 13 de octubre

Breve recalada en el puerto de Batsi, en la isla de Andros, aquel que se nos resistiera hace año y medio por exceso de viento. Un pueblo pequeñito y casi vacío. En cuestas imposibles, como todos. Orgulloso de su playa, grande, limpia y más cuidada que la mayoría. Y con sus establecimientos semicerrados, como es ya habitual en este final de temporada.

Puerto de Batsi
Cisnes en el puerto
La playa
Iglesia de Agios Filippos, en lo alto del pueblo
Vista del puerto desde la iglesia

Saltamos al extremo sur de la enorme isla de Evia, que tendremos que recorrer costeando durante varios días. Descubrimos fondeaderos nuevos y volvemos a los ya conocidos, como una bahía de Boufalo con más barcos de lo que nos hubiera gustado, pero que nos sirve de parada tranquila para un par de noches. A diferencia de la vez anterior, bajamos a tierra y hacemos largas caminatas bordeando la costa. El Enjoy y el Área Secada, que siguen nuestro mismo recorrido al varadero, se han quedado en la bahía anterior. Dicen que es más tranquila, pero sobre todo más amplia. Me lo apunto.

Ensenada de Boufalo

Decidimos conocer otro puerto, Aliveri, a pesar de leer que no gusta entre la comunidad de navegantes.

No gusta porque está repleto de barcos de pesca. Porque no hay apenas sitio para transeúntes. Porque es difícil atracar. Porque la alternativa es un fondeo en una playa demasiado expuesta. Porque el entorno del puerto tiene apenas infraestructura de acogida. Y, sobre todo, por la fábrica de la ensenada, con sus altísimas chimeneas visibles desde cualquier rincón del pueblo y desde kilómetros a la redonda.

Pero nosotros venimos de Cartagena, así que una chimenea más no nos intimida. Encontramos el último hueco (invisible) en el puerto gracias a la ayuda del patrón de uno de los barcos. Desde tierra insiste en que si, después de echar el ancla no muy lejos, para no comernos las barcas de enfrente, reculamos haciendo el arco que traza con sus manos, esquivaremos una proa y tres muertos y conseguiremos encajarnos entre una lancha de pesca y un velerito griego que parece llevar allí abarloado toda la vida.

Guau.

No conseguimos encontrar una lavandería, ni aquí ni en el centro de la ciudad, al que llegamos andando un par de kilómetros por la carretera, y que, a cambio, está repleto de vida, de gente y de supermercados en los que llenar el carro.

Dejaremos Aliveri camino de Eretria, otra novedad en la ruta de subida, antes de llegar al puente de Xalkida. 

Entrada al puerto de Aliveri
El puerto
Tomando un freddo espresso en uno los cafés del puerto
Calle del centro de Aliveri
Volviendo del súper


Lunes, 14 de octubre de 2024

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