Translate

lunes, 27 de julio de 2015

Día 3. Sóller-Menorca. ¿Norte o sur?

La travesía hasta Menorca no es larga, pero lo suficiente para no encajar bien en un día. Nos planteamos una vez más si es mejor recalar al norte o al sur de la isla. Desde el punto de vista de las etapas siguientes es casi irrelevante, la distancia total a Cerdeña es poco más o menos la misma.

Si por fin vamos al norte, Fornells es la mejor opción para pasar la noche. La travesía es de unas 55 millas, once o doce horas, pero el puerto estará completo y habrá  que usar una boya de pago. Y para eso hay que llegar con tiempo, a media tarde.

Si al final decidimos ir al sur, habrá que buscar un fondeadero tranquilo y con espacio, algo complicado en julio y agosto. Por tanto hay que llegar pronto para coger buen sitio, como hacen los padres de familia que se encargan de plantar la sombrilla en las playas abarrotadas.

En cualquier caso zarpamos algo tarde, sobre las 9. Al despertarnos, los vecinos franceses de estribor, bordes y antipáticos, ya se habían despedido como buenos franceses, a la francesa. Sin embargo, el velero patera de alemanes seguía allí, como el dinosaurio de Monterroso. A esas alturas los chavales ya se habían bebido hasta el agua de los floreros y seguían en animada polémica, que sin duda debía tener enjundia porque había empezado antes de medianoche. En cualquier caso, agradecimos que en Alemania no sea tradición amenizar las veladas etílicas con el "Stuttgart patria querida" o similar; la cosa pudo ser peor.

Día plácido, azul y sin viento. Mar plano y costeo tranquilo hacia el E a lo largo de la Sierra de Tramontana. Muchos barcos yendo y viniendo con trayectorias caóticas, la alarma del AIS pitando cada 5 minutos. La costa, una maravilla. Inspira.


Pasamos un momento por la impresionante cala de Vall de Boca y Lucía aprovechó para un breve chapuzón nudista que los pasajeros de un "glass bottom boat" inmortalizaron como uno de los highlights de ese día.



Finalmente decidimos ir al sur de Menorca, tras cambiar de opinión un par de veces por una tormentilla juguetona. Así que tocó peregrinar de cala en cala a la búsqueda de fondeo. Todas petadas. En ninguna había sitio con fondo menor de 7 metros. Tras un par de intentos con garreos incluidos, pusimos proa a un arenal antes de Cala'n Porter. Ya con muy poca luz, descubrimos una calita agradable, aunque un poco expuesta, y con un solo vecino. Era Cala Escorxada, al W del arenal de Santo Tomás.

Fondeo rápido, cenita con pasta, música y vino, y a dormir, que esto de navegar, agota. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario