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sábado, 29 de abril de 2023

Sifnos. Una revithada en Vathi

Nikos Franzeskaros es un emprendedor. Un tipo especial, uno de esos griegos del Egeo que vale la pena conocer porque representa la historia de un país.

Nikos, como tantos otros en estas islas, salió a buscarse la vida en el mar. Natural de la isla de Sifnos, hijo de granjero, se embarcó en un carguero como tantos otros chavales griegos de su generación en los años duros. En este mar al que pertenece y en otros mares lejanos. Hasta que pudo volver a casa y buscarse una manera de prosperar en tierra firme.

No sabía cocinar, pero tenía una madre que sí sabía. Que como todas las madres de Sifnos preparaba cada semana revithada para la comida familiar del domingo después de misa. En una skepastaria, olla de barro tradicional que las señoras de Sifnos llevaban al horno de la panadería del pueblo. Como siempre se ha hecho en la isla de Sifnos. Toda la noche. A fuego lento.

Y Nikos, que tiene sólo un par de años más que yo, abrió su restaurante en la bahía de Vathi, al sur de su isla. Con las mesas en la arena de la playa, bajo los tamarindos. Cuando no había ni carretera para llegar a la pequeña aldea de pescadores, muy cerca de la granja de su padre. Cuando su hijo Dimitris ni siquiera caminaba.

"Tsikali", el restaurante de Nikos en Vathi

Y Nikos prosperó, con un lugar especial que atiende con su familia y que ofrece comida tradicional, honesta y básica (y de excelente calidad). Y hoy, cuarenta años después, tenemos la oportunidad de conocerle, a él y a su familia. A su hijo Dimitris, que dirige ya el restaurante familiar. A sus nietos, que corretean entre las mesas y que seguramente continuarán su estela cuando ni él ni nosotros estemos ya aquí, en Vathi, disfrutando de la tranquilidad de un lugar mágico.

Luis con Nikos

Sifnos nos recibe con la tranquilidad absoluta de un mes de abril inolvidable que ya termina y ha pasado en un suspiro. Llegamos tras una travesía espectacular desde Milos, en parte a vela y en parte a motor, a través de los estrechos de Kímolos y Polyaigos. Y encontramos una amplia ensenada vacía, excepto por un pequeño velero inglés que fondea solitario, ajeno a todo. 

Nada más llegar nos inunda una sensación de paz, de refugio, que sólo puedo comparar con la de la isla de Cabrera en un día de temporal. Parece que volvemos a entrar en un período de calma durante el fin de semana.

Eso fue ayer. Hoy es domingo, y esto es Sifnos. Un día muy especial. Es el día para comer revithada -¿dónde mejor que en Sifnos?- Revithada se traduce literalmente por “garbanzada” y es un guiso de garbanzos, cebolla y especias. Nada más… y nada menos. El sabor es espectacular. La descubrimos el año pasado en el Dodecaneso y ya desde entonces estaba apuntada como hito imprescindible en el plan de navegación de este año.

Revithada en el restaurante de Nikos

Nos quedamos varios días en Vathi. Estamos bien aquí, su tranquilidad nos puede. Nos queda todavía agua en los depósitos para unos días, tenemos el restaurante de Nikos en la playa, a pocos metros, y podemos comprar suministros básicos. Escuchamos los ecos de musica griega, de voces en los restaurantes, del viento suave en la jarcia, del golpeteo del agua en el casco… No tenemos ninguna razón para zarpar.

Mañana volveremos al restaurante de Nikos y Dimitris. Queremos comprarles uno de sus quesos artesanos. Y después continuaremos nuestro camino hacia el este. Pero apuntaremos cuidadosamente sus coordenadas, para volver algún día a tomar la mejor revithada que hemos probado y a volver a saludar a Nikos y a Dimitris.


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