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martes, 31 de mayo de 2022

2022 15ª etapa: Monemvassia - Chania (Creta). Los cañones de Navarone (1961)



Martes, 31 de mayo

Finalmente sí venimos a Creta. Muchas idas y venidas, pero el plan vuelve al original. La meteo parece benigna para varios días, vientos del este moderados. Mucho mejor que lo que anuncian para las Cícladas, la primera visita del meltemi este verano. Vayamos por el sur.

Salimos de Monemvassia muy pronto. Vamos a cruzar el mar de Creta en un salto y queremos llegar a su costa NE antes de la noche, entre 70 y 80 millas. La guía habla de un fondeo al norte de Kissamos, muy cerca de las famosas playas de Balos Gramvousa, pero, para evitar tener que fondear de noche, hay que salir al amanecer. 

Dejamos el puerto de Monemvassia al amanecer

El peñón de Monemvassia al salir el sol, a su espalda
 

A las seis de la mañana ya estamos en marcha. El día, perfecto, pero no demasiado viento. Más de la mitad de la travesía a motor. Pocos episodios interesantes en esta etapa, pero alguno hay.

Llegamos a Creta ya al atardecer. Malas noticias: el fondeo previsto parece bueno, pero no lo es. A veces pasa. Una pequeña ensenada, que un usuario de Navily relata entusiasmado, parece más bien una batidora. Ni de coña nos quedamos aquí.

Nos aproximamos a Creta entre las dos peninsulitas que salen hacia el norte, en el extremo más oeste de la isla. Es el golfo de Kíssamos. La famosa playa de Balos, al otro lado de la costa que dejamos a estribor, en la que se confunden en la distancia los perfiles de las islas


Un poco más adelante, el fondeadero en al que nos dirigíamos no es bueno en estas condiciones de viento 


La única alternativa es el puerto de Kissamos, que nos obliga a hacer seis millas extra que no apetecen en un día tan largo como el de hoy. Es lo que hay.

La llegada a Kissamos ya es casi de noche. Un puerto bastante inhóspito, lejos de la ciudad, que se adivina a lo lejos. Este no es un puerto para veleros. Unos pocos pesqueros, los barcos turísticos de rigor, y un ferry que enlaza Creta con Grecia. Un bicho enorme que nos adelanta a 17 nudos justo antes de la bocana y del que bajan trailers y unos pocos coches.

Al entrar, nos damos cuenta de que solo podremos amarrar abarloados al rompeolas. No hay mucho sitio una vez el superferry y los pesqueros están en su sitio. Vemos un velero transeúnte cerca de la bocana, casi rodeado de pescadores con sus cañas y aparejos. Decidimos ir a hacerle compañía.

Y, de repente, aparece un coche con distintivos de policía. Es el capitán de la policía del puerto. El primer pensamiento es “ya la hemos liao, este nos manda fuera”. Pero no, viene a ayudarnos con las amarras. Alucinante, la magia de Grecia de nuevo. Excepto porque… no habla una palabra de inglés

Todo se complica. El caso es que el hombre es muy simpático, pero hacer el papeleo se convierte en una agonía. Lucía, que se lo ve venir, me pasa la carpeta de los papeles y me despacha con un “hala, con éste ya te entiendes tu”. Y allá que me voy. Resignación. Omito los detalles…

El segundo detalle curioso ocurre la mañana siguiente. Salimos temprano, poco después del ferry, y aprovechamos para ir a ver las hiperfamosas playas del oeste de Creta. Una preciosidad, pero sólo podemos dar una vuelta rápida. Nos quedan muchas millas hasta La Canea, nuestro destino (o, como la llaman aquí, Chania, léase "haniá" con hache aspirada).



Al fondo, las playas de Balos. No nos aventuramos muy allá, porque las aguas son someras. Aunque es temprano, en la arena se ve bastante gente y van llegando esporádicamente lanchitas motoras que dejan más bañistas en la playa

Enfrente, la isla de Gramvousa. Recomiendan hacer el sendero que lleva hasta su punto más alto, desde el que se puede contemplar la belleza de las playas de Balos,

El atractivo de la isla de Gramvousa parece ser el barco naufragado y varado a unos metros de la arena. Leemos que hay excursiones desde Kissamos para ver el naufragio y pasar el día en las playas. Mientras estamos allí llegan, efectivamente, varias embarcaciones 

Los restos son del barco cementero Dimitris P., de 44 metros de eslora que salió en diciembre de 1967 de Chalkira rumbo a Africa, encontró tiempo muy adverso, intentó refugiarse en el sur de la isla y finalmente naufragó en enero de 1968


La travesía, tranquila, ciñendo a vela (una rareza este año de vientos portantes). Hasta que, a eso de mediodía, ocurre algo raro:

ZUMP

No se cómo representar ese sonido. Un ruido sordo que hace temblar el barco. El barco entero vibra. Tanto Lucía como yo nos quedamos petrificados. Creo que no hay un entorno en el mundo en el que un sonido extraño cause mas desasosiego que en un barco navegando, ciñendo a casi seis nudos. “¿Qué coño ha sido eso?”

No puede ser el motor, vamos a vela. Revisamos la jarcia, las velas. No parece que haya nada roto. Ni idea.

Se me ocurre algo, pero no digo nada: seguro que es una gilipollez. Pero al cabo de unos minutos:

ZUMP

Otra vez. El barco vuelve a vibrar. Mucho. No pueden ser otra cosa que cañonazos, pero unos cañonazos raros. Hay una base de la OTAN por aquí cerca…

Y el resto de la mañana continúa entre “ZUMP” y “ZUMP”. Vaya año bélico que llevamos.

Llegamos a Chania, la antigua capital de Creta. Un bazar bizantino/veneciano en medio del Mediterráneo. 

Llegada a la bocana del antiguo puerto veneciano del s. XIV de Chania. Al fondo, las montañas nevadas que hemos venido distinguiendo desde hace millas, sin creer que pudiera ser nieve


Después de atracar hablamos con Spiros, el "harbour master". Nos recomienda que, antes de planificar nuestra salida, vayamos a preguntar al guardacostas, por la mañana. Estos días están haciendo prácticas de fuego real desde submarinos y hay que tener cuidado por dónde se pasa, no vaya a ser que los angelitos practiquen tiro de precisión con nosotros.

Y al día siguiente me voy a la oficina de la costera a preguntar. La escena es una versión de Gila llamando al enemigo, pero en griego:

  • Kalimera, ¿Van  a disparar mañana y pasado? Es que nos queremos ir para Iraklion en los próximos días...
  • Mmmm. Espere que se lo miro… Huy, va a ser que no, esta semana por las mañanas disparamos a todo lo que se menea. ¿Se puede esperar para salir después de comer? Es que hacemos jornada de ocho a tres…
  • Pues, la verdad, no, tenemos muchas millas hasta Iraklion, queremos salir muy pronto…
  • Pues entonces casi espérese hasta el sábado, que nos vamos de finde y ya no bombardeamos.
  • Vaaale, pues nos quedamos hasta el sábado, que la ciudad parece animada
  • Que tenga un buen día…
Atardecer en Chania, desde el muelle


Miércoles, 1 de junio










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